- Os habéis vuelto locos. Parece mentira.
- Sr. Castrillo, este es un negocio como otro cualquiera.
- ¿Negocio? ¡Esto es un robo como la copa de un pino!
- Nosotros somos incapaces de robar a un semejante, pero un banco no es un semejante. ¿Quién pierde el dinero que se roba en un banco?
- ¿Los clientes? ¡No!
- Los accionistas lo descontarán de los beneficios que no declaran.
- Y lo contarán en las pérdidas que declaran.
- Y lo cobrarán al seguro.
- Y no lo pagarán a Hacienda.
- Aún van a salir ganando dinero.
- ¿Lo has entendido?
- Bueno… en ese acaso apúntame un chalet en Torremolinos y, si puede ser, un yate pequeño para recorrer la costa.
- ¡Anda! ¡Y ese es el que no quería nada!
dimecres, 24 d’agost del 2011
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